Martina D.

"Hemos probado varios profesores, pero como yo mismo soy lingüista, puede que sea más exigente y siempre he tenido reservas. O hablan poco en el idioma extranjero en clase, o pierden el tiempo de forma pasiva viendo vídeos de 15 minutos sin luego trabajar con ellos de alguna manera, o las clases de conversación son aburridas, porque la maestra hace las mismas preguntas todos los días (cómo estás, qué tal fue tu día, qué harás mañana ...) y no atrae el interés del niño. Por eso agradezco que por 25 minutos el niño realmente estudie y aprenda casi todo en clase. Las actividades se alternan y el niño no tiene tiempo para aburrirse, debe estar activo y atento, el idioma se traduce mínimamente y, además, el aprendizaje se combina con el juego y el entretenimiento, así como todos los aspectos del idioma: escuchar, hablar, gramática. También elogio los videos como preparación para la clase, o las hojas de trabajo como tareas después de la clase y especialmente porque se enseñan sistemáticamente de manera gradual de acuerdo con el libro de texto (algunos maestros no quieren trabajar con libros y luego el aprendizaje no es sistemático, es confuso, salta de un tema a otro y no se aprende nada realmente). También me gusta la evaluación del niño por parte del maestro después de cada clase y también la oportunidad de ver la lección completa nuevamente ".